Poco más de 120 años habían transcurrido desde que Colón descubriera América y las costas de este continente ya estaban lo suficientemente cartografiadas como para que su contorno despertase la atención del filósofo Francis Bacon (1561-1626, figura 1), quien parece haber sido el primero en publicar que el perfil de la costa oriental de Sudamérica se corresponde de manera extraordinaria con el de la costa occidental de África. Si se recortan de un mapa esos dos continentes y se juntan las figuras, como si se tratase de un rompecabezas, las líneas de la costa atlántica de los dos "encajan" casi de manera perfecta. Bacon pensó que tal
coincidencia debería atribuirse a algo más que al azar; pero
no hizo ninguna conjetura sobre ese hecho.